Transcripción del texto:
                    Hace un rato tuve que mover las segundas. En cada trasteo siempre sufren muchos ya sean mudanzas con esta. Las tenía que quitar de donde las tenía porque había que liberar el espacio para sacar una máquina de la construcción. Las puse en una de las terrazas para que no les diera mucho sol, pero se secó el árbol que las cubría y me toca cambiarlas otra vez. Es una colección pequeña de segundas, especialmente herencia de mi abuela. “Herencia” indirecta, que no se puede exponer abiertamente en la familia. 11-5-25
                 
            
            
                
                
                    Transcripción del texto:
                    Me levanté con alacranes. En estos días tuve una muy mala noche. Cuando me desperté estaba malhumorado e irritable. Y mi mamá me dijo ¿Se levantó con alacranes o que? Y es que cuando era pequeño, efectivamente, un día me desperté con un alacrán en la cama, de esos que son negros y cargan sus crías en la espalda. Cuando llegué al colegio estaba muy bravo y la profesora le preguntó a mi madre que me pasaba, ella le dijo que me había levantado con alacranes. Y ahí quedó el chiste. 22.06.25
                 
            
            
                
                
                    Transcripción del texto:
                    El arroz con huevo es delicioso. Nace poco comí arroz con huevo de desayuno. Me parecía tan delicioso que empecé a comer a toda hora. Es demasiado versátil. Se le puede poner prácticamente de todo y queda bien. Además si se le pone un poquito de tomate queda una maravilla. El arroz con huevo puede hacer que un arroz malo o regular sepa rico. Pero si lo haces con el arroz de tu santa madre, es decir, el mejor arroz jamás hecho en la humanidad, el arroz con huevo puede ser una ambrosía. Lo prefiero más bien húmedo y con 2 huevos. 24.6.25
                 
            
            
                
                
                    Transcripción del texto:
                    Ver el atardecer con olor y los perros acostados en los rieles. El sol ya se estaba ocultando en las montañas pero los rieles de adoquines todavía conservaban la calidez de la tarde. El cansancio del trabajo en el cuerpo, y el viento soplando suave, mi último rayo de luz en los ojos. Acostado con la espalda calientita miro el color del cielo. Un azul profundo que se apaga rápidamente. Algunas golondrinas vuelan a nuestra altura. La vida me parece simple y hermosa. Algunas veces es dura otras tranquila pero siempre simple. 13.7.25